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La llegada del buen tiempo es el momento perfecto para instalar una pérgola en nuestra terraza o jardín. Existen muchos tipos de pérgolas, para separar ambientes, crear áreas de sombra, o protegernos del exceso de los rayos solares y la lluvia.

Por eso, en Cortinsa te ayudamos a escoger la que mejor se adecue y responda a tus necesidades.

Qué es una pérgola

La palabra pérgola proviene del proverbio latino denominado como  “pergŭla” – balcón o galería –.

Una pérgola, es una estructura arquitectónica conformada generalmente por cuatro o más pilares verticales donde se apoyan unas vigas horizontales unidas de lado a lado. Las pérgolas, suelen estar compuestas por correas, soportes o bases analizadas que garantizan una mejor fijación al suelo, y además, sus múltiples diseños, hacen de ellas una estructura ideal para instalar en cualquier parte de nuestra casa.

Aunque por definición tienen el fin de aportar sombra en un espacio abierto, sus usos pueden ser muy variados: desde disminuir la radiación solar, hasta proteger los muebles exteriores de una terraza o implementarlas incluso, en el cultivo de plantas delicadas que requieren de la suma de mantenimiento, protección en la fumigación y estabilidad climática.

Pérgolas para terraza y jardín

Hay diferentes tipos de pérgolas que se pueden construir de distintos materiales, y aunque los más habituales son el hierro, el aluminio o la madera, también hay variedades de cemento o bambú.

En Cortinsa trabajamos conjuntamente con Corradi y Renson para los sistemas de pérgolas exteriores, y la suma de su tecnicismo y experiencia de nuestros servicios hace que ofrezcamos a nuestros clientes soluciones personalizadas y a medida.

Respondemos a las exigencias de funcionalidad y resistencia necesaria en ambientes exteriores y escogemos gracias a la investigación permanente, el material perfecto para tu pérgola.

Pérgola de madera

Las pérgolas de madera son la opción más tradicional y demandada. Existe la madera laminada o maciza y el mantenimiento de ambas es sencillo; de forma anual, se puede aplicar algún producto impermeabilizante. Su versatilidad permite crear pérgolas de cualquier forma y tamaño.

Pérgola de hierro forjado

Su elegancia y refinamiento está fuera de toda duda. Con una pérgola de hierro forjado, se puede optar por disfrutar de volutas en sus columnas, adornos y adaptabilidad en la sobriedad y rectitud del momento contemporáneo. El presupuesto es uno de los puntos más destacados al hablar del hierro forjado, puesto que al tratarse de forma artesanal, su precio es más caro.

Es resistente a las roturas y grietas aunque requiere de un preciso mantenimiento cada cierto tiempo porque se trata de un material susceptible al agua y por consecuencia, a oxidaciones.

Pérgola de acero

El acero es un material duradero, económico y versátil, y suele venir en formatos laminados como piezas de tubo, listones rectos, empalmes en forma de T u otros. Este material, tiene un alto grado de resistencia a la corrosión, aunque como el resto, debe llevar a sus espaldas un mantenimiento adecuado que prevenga a la construcción de oxidación natural.

Las pérgolas de acero son económicas y duraderas, por lo que contribuyen a realizar una arquitectura sustentable.

Pérgola de aluminio

La sencillez del aluminio lleva consigo que las pérgolas de este material sean ligeras, resistentes y precisen de poco mantenimiento. Aunque es uno de los materiales más caros, también es de lo más versátiles. Las pérgolas de aluminio suelen encajar muy bien en espacios minimalistas.

La última tendencia en las pérgolas realizadas con aluminio son las pérgolas bioclimáticas, de las que hablaremos a continuación.

Pérgolas bioclimáticas

La última tendencia en pérgolas es la de las pérgolas bioclimáticas, distinguidas por su función básica y novedoso sistema que consigue que se pueda disfrutar de un espacio cubierto durante todo el año.

El enfoque bioclimático, consiste en diseñar una instalación en función de las características climáticas del lugar de implantación, y el objetivo, es aprovechar todas las ventajas posibles del lugar previendo y anticipándose a las condiciones adversas de cualquier tipo: lluvia, viento, nieve etc.

Una pérgola bioclimática es capaz de regular la temperatura interior. Sus lamas orientables que actúan como techo, se encargan de regular el calor ambiental, la luz que entra, el grado de humedad o el movimiento del aire.

A todo ello, se le debe sumar un toque de diseño inconfundible y soluciones técnicas de vanguardia, en una elegante combinación entre funcionalidad y estética.

Todo hace que este producto sea ideal para cubrir espacios exteriores, ya sean en viviendas particulares, en bares, restaurantes, hoteles o cualquier otro lugar que pueda venirte a la cabeza.